Crítica a Cloverfield 10


Emocionante y con un exquisito toque musical, Cloverfield Avenue 10 es una cinta producida por JJ Abrams que no deben perderse. 

Una mujer llamada Michelle (Mary Elizabeth Winstead) empacando su ropa y aventurándose a manejar de noche frenéticamente es la primera acción que presenciamos como parte de un rompecabezas brillantemente ejecutado del papel (libreto) a la pantalla (guión). Es esa primera toma, en cámara rápida, con una música intensa y muy poco diálogo lo que nos mantiene en la duda: ¿De qué y por qué sale tan apresurada esta mujer? Y es que si algo logra maravillosamente la película dirigida por Dan Trachtenberg es continuar formulando infinidad de preguntas alrededor de la empatía y comprensión que los personajes ejercen sobre nosotros, porque eso sí: nunca, en ningún momento nos separamos de ellos. Es ese vínculo, esa profunda conexión con ellos, y por ende, sus motivaciones, los factores que hacen de Cloverfield 10 una película que deben ver. 

La historia sigue, desde su comienzo, a Michelle huyendo de lo que después se interpreta como una discusión con un ser querido, y es cuando el "giro de tuerca", o en palabras de McKee, el "golpe de efecto" surge, la historia arranca y ella sufre un choque,...termina siendo rescatada, o eso parece, por un hombre llamado Howard (John Goodman, Los Picapiedra, Navidad con los Cooper), quien le afirma que busca mantenerla con vida. A partir de este instante, el filme se convierte en algo verdaderamente interesante, y en buena medida prometedor. Esto se debe a que en todo momento tenemos una conjugación de elementos (música, narrativa, actuaciones, producción, dirección, efectos visuales) cuyo resultado integral es fascinante, profundo, inquietante y sobre todo misterioso. Es una historia tan bien construida, con acertados chispazos de comedia como aderezo del misterio y suspenso alrededor de la cinta, que logran, como ya dije, un producto formidable. 

Como en toda historia para "evaluar", las preguntas que como espectadores nos hacemos nos siguen, pero al hacerlo conseguimos una historia esclarecida, transparente y con un ritmo fluido si nos sumergimos en la propuesta narrativa. Desde el primer giro de tuerca, la comprensión por las acciones de cada personaje las tenemos, entendemos lo que sienten, piensan, comprendemos sus motivos, queremos ayudarlos, aun cuando representen la cara opuesta de la moneda, somos capaces de ponernos en sus zapatos y eso es lo más interesante. Y si dejamos a los personajes de lado un momento, entonces nos planteamos el dilema de la cinta: ¿De qué huyen? Contextualmente, quienes hayan visto la cinta del 2008 entenderán gran parte de la temática, pero para quienes apenas estén entrando a conocer la historia, sin duda hallarán una cinta escalofriante y sumamente interesante. Tenemos, en todo momento, la premisa "¿Qué hay afuera que no podemos salir?". Este eje narrativo convierte a la cinta, al menos en su contraparte, en un órgano psicosomático, porque las creencias de los personajes llegan a ser tan fuertes que se convierten en verdad, aun por encima de lo que realmente esté pasando. Es cuando pensamos "El personaje se lo creyó sin comprobarlo, pero es lógico: ha vivido esto y aquello y es comprensible que reaccione así". La película definitivamente nos atrapa, por momentos nos hace reír y, por otros, como dicen por ahí, nos "hace brincar del asiento", y esto gracias a los matices tan delineados en los personajes, un poco debido a un vislumbrable trasfondo que ayuda a enmarcar su naturaleza. La música será un elemento encomiable, que ayuda a que las diversas atmósferas de terror, tensión, misterioso y comedia se instalen sin que parezca que la película ha perdido su rumbo. Muy recomendable. 

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