Escuadrón Suicida. Un montón de locos Badass



Soy neutral. Mientras que MARVEL está a nada de presentar su Las Guerra del Infinito muy pronto (sólo falta ver sutilmente cómo THOR: Ragnarok se convierte en PLANET HULK) con un Universo Cinematográfico enfocado en desarrollar con fidelidad las aventuras que todos hemos leído alguna vez -con mucho humor, claro está- pero que flaquea un poco con su galería de villanos, en DC hay un evidente esfuerzo [adulto] por hacerle competencia en el cine con cintas oscuras -bueno, hasta ahora esa oscuridad se la lleva la fotografía que busca dejar ciegos a muchos-. Hay derecho para competir, ganas (¿o ganancias?) y oportunidad (bendita tecnología ¿a poco no?), así que ¿qué hay que esperar? Resolviendo esta pregunta llegó hace algunos meses Batman v Superman, la cual polarizó drásticamente al mundo. Hubo quienes la amaron, hubo quienes la odiaron. Hay quienes, aun con sus defectos, recibimos y abrazamos la película como un intento de Detective Cómics por sentar las bases de un Universo Creciente. Con este incipiente camino es que llega Escuadrón Suicida. Prometo que no estoy cegado de esperanza kriptoniana.

Escuadrón Suicida comienza, y su temática rápidamente conecta eventos con BvS, pero mientras ésta se limitó, me pesa decirlo, a ser un preludio de la Liga de la Justicia, la segunda que ahora está en cartelera nos demuestra por qué ser un chico malo salvando el mundo es más divertido que sólo ser un vigilante, aun si sales con pendejadas o te chingas a un wey de siete metros con cuernos y mirada de James Fox a la CGI. Es salvar al mundo, todo se vale ¿no? El apego observado tiene sus méritos. La traducción de la esencia de las páginas del cómic al encuadre de balazos perfectos sin un solo fallo es espectacular, especialmente si te jodes a un ejército amorfo y dejas a tu equipo rascándose la pansa estupefacto de tu apasionada violencia. Sabes a qué vas. Entonces recuerdas ese momento espiritual, cuando ves el póster y lees "¡Will Smith! ¡Margot Robbie! ¡Jared Leto!" y resto de integrantes protagonizando esta loca, desenfrenada y muy entretenida cinta sobre los más famosos antihéroes de DC (¡perdón! Los más conocidos aquí). David Ayer, sí, del que te conté antes, construye con verdadera maestría la historia de villanos tridimensionales que tienen motivaciones creíbles pero no muy novedosas (si tan sólo hubieran mejorado la charla motivacional ¡demonios!). Digo, las expectativas eran grandes, pero afortunadamente sólo vi los primeros dos avances. Así que el resto me lo guardé al momento de la función. Entonces pensaba "Con que tenga la base narrativa que todo fan conoce y una correcta delineación de sus personajes, estoy satisfecho". Ehm, bueno...debo comerme mis palabras. No salí decepcionado, pero sí con una sensación de "¿Dónde he visto esto antes?".

El Guasón de Leto no es protagonista de la cinta, y su risa parece más un lloriqueo o un dolor de estómago contenido que una risa de locura auténtica. Es un Guasón un poco plano, aunque su caracterización en general es bastante buena debo decir; pero sale poco, asusta poco, y agrada poco; quien me distrajo más por andar pensando cuántos lipstick se agotó en su rostro que por pensar a cuántos mata en la película. Pero sale Deadshot (Smith) -quien, aunque es bueno, le imprime a su personaje la misma expresión de "Cómo me jodes la vida"- y a Harley Quinn (Robbie en su papel más desafiante, apasionado en general y loco como deseábamos verlo) que se roba la pantalla con su cinismo y su adorable esquizofrenia auditiva (aplausos a la escena de la preparación, pues sientes que quieres gritar "¡mucha ropa!"). Son detalles, pero Ayer afortunadamente nos entrega un producto donde el brillo recae en personajes bien desarrollados, un Escuadrón que hipotéticamente salvará al mundo perdiendo la vida en el camino, que son: Capitán Boomerang, Killer Croc (¡excelente diseño!), Diablo (que aporta de los mejores diálogos en todo el filme), Katana y Rick Flag. Así, este grupo de metahumanos, sociópatas, locos, descerebrados, idiotas o como gustes llamarles, se encaminan a una misión mortal. ¡Wow! ¿Detener una bomba? No, algo más cardiaco que incluye algo parecido a un baile a la hawaiana... 

La presentación de los personajes te gustará sin duda, tiene estilo, soltura, como los balazos de Deadshot, aunque está diseñada mayormente para introducirte a sus vidas, te entretendrá y resolverá muchas dudas. Es adecuada y tiene puntuales momentos de risa -me dio la impresión de que DC cree tener que combinar oscuridad con chistes, a veces le sale, a veces no...-, así como un apego a los personajes y diálogos ingeniosos. Margot Robbie te convence en su papel de badass con todo y su enamoramiento por el payaso, pero, mirándola con lupa, tiene momentos donde parece más, MÁS una mujer despechada que la loca de los cómics. No me mandes matar. Su papel, su actuación es MUY BUENA, pero no le daría el 10. 

Los cameos que esperas ver aparecen, están bien, no interrumpen ni recargan la cinta, todo está bien colocado, éstos causan emoción, así como los flashbacks que narran el trasfondo de personajes clave en la historia (¡bien!). Una importancia semejante puede adjudicársele a Viola Davis como Amanda Waller, a quien la talla de la ropa le quedó corta, pero cuya actuación está a la altura de su personaje. Su fría e impecable actitud aterran más que la mirada de pandillero del Guasón, pero eso es otro tema. 

Sí te alegras con el ascenso narrativo, y el ritmo se mantiene pese a secuencias largas que se ocupan de lucir a sus respectivos personajes, esto apoyado mucho por estupendas bandas musicales, mismas que desde los cortos nos prometían una película sin igual. Cada canción -o rola- enfatiza la psicología de los personajes, de la acción por sí. A tal grado que a veces tienes un desequilibrio entre acción e historias. Es salvar al mundo de la aniquilación, no un conflicto geopolítico exagerado, así que es perdonable; pero eso sí: es encomiable que Ayer puliera el trasfondo como impulso y definición del cómic de una casa editorial caracterizada por historias maduras. Sin embargo el tono oscuro e irónico, con un poco de dramatización inane, ayuda a que la cinta se respire como un proyecto fiel. Tiene cambios, depende de cómo o dónde la analices, pero es algo que funciona. Con todo y luces. Con todo y madrazos. Con todo y las amenazas y la explosión de sesos milenarios o corazones rotos -literal-. 

El Escuadrón comandado por agentes del gobierno y la milicia, en un discurso patriótico propio del director, está bastante humanizado, te puedes identificar con él por los motivos que quieras, el punto es que te lleguen al corazón, ya sea por su imponencia, por su carisma o por su fealdad -escucha lo que dice Harley en una licorería, una de las escenas más divertidas de la cinta, ¡poca madre!-. El escuadrón, después del berrinche y el desahogo, está dispuesto a salvar el mundo, o salvar al universo DC, pero no importa con tantos efectos visuales, hay acción desmedida y locura garantizada. ¡Es el Escudrón Suicida! El que se burla de la autoridad y de los milagros, el que no olvida su sitio pero sostiene su dignidad y reprime una lágrima. Bueno, por eso salvan al mundo. 

Pero pese a su fidelidad y diversión, a que vislumbras la locura del Guasón de Leto (sigo prefiriendo al difunto Ledger, pero se convirtió en R.I.P., ni modo), respiras con calma sabiendo que Robbie encarnó brillantemente a un personaje icónico del universo de Batman, con ver al resto de personajes salvando al mundo porque no les queda de otra, con todo y una TV con cable (¡momento! ¿Ese de ahí es Pitbull?), y una maquina para cafés que por el simple hecho de pedirla YA es cómico, la cinta defiende bien su origen...en general. Yo tengo problemas para aceptar la resolución de la historia. Como esquema narrativo es vicioso, es ridículo, es ¡cliché!, es redundante; como propuesta de cine, visualmente espectacular y palomera, pero como acercamiento a una derivación de DC, es algo interesante, eso y que de poner a una voluptuosa gorda de los cómics coloquen a una mujer que no rebasa, estoy seguro, el metro sesenta de estatura y que, en lugar de buscar el poder total, parece más enojada porque no le cumplieron sus caprichos, hay un pequeño trecho. La cinta me gustó, pero en el renglón de la innovación me queda a deber. Sólo queda esperar a la Liga de la Justicia en todo su esplendor. Por favor, keelex ¡apresúrate!


2 comentarios:

  1. Me latió bastante el desarrollo de la crítica. Las observaciones parten de las expectativas de la película y se van acumulando en los bando de lo positivo y lo negativo.

    También reciento el des-balance, y de hecho era de las cosas que más me temía, en el protagonismo de Deadshot y Quinn, sin embargo no me resultó tan molesto como me imaginaba, el tajo abrupto con que insertaron a Katana a huevo y sin aceite eso sí me molestó.
    De todos los personajes que parecían intrascendentes —en el sentido de su tiempo en pantalla, así como su encarnación actoral—, El Diablo fue la grata sorpresa. Lo despachan muy rápido, no tanto como Slipknot, y se ve que pudo ser más interesante.
    Adoré el fuerte peso de las mujeres en la cinta, sus motivaciones, su presentación (a Harley con 'You Don't Onw Me' a Waller con 'Sympathy for the Devil'), están al tú por tú con sus colegas masculinos. Muy bien.

    Obvio la música destaca, pero no sé si destaca por la música en sí o por la innevitable comparación con 'Guardians of the Galaxy' en el uso del recurso.
    Ese 'Joker' no me latió. No sé qué falló, porque Jared Leto sí hace un trabajo brutal, y sí se ve malito de la cabeza, y sí es impactante, pero NO ES EL GUASÓN. Ese es otro güey.
    Desde que recuerdo, el Guasón recurre a un sentido del humor retorcido al momento de ejecutar sus fechorías, ese humor NUNCA se vio. En cambió Harley Quinn sí fue mala, enferma y divertida. ¿Qué pasó? No sé.

    Aunque he visto por ahí quejas hacia la escena final, a mí me parece buena idea y es un ancla apropiado para alimentar ese hambre de antelaciones para con 'Justice League'.

    En otro lado puse 'parece que al fin entendieron la fórmula' y de verdad se nota el cambio, ahora sí se pueden tener más y mejores expectativas para la agenda posterior dentro del universo cinematográfico de Detective Comics.

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    1. Así es. Es inevitable tener una mínima influencia sobre lo que se dice. Considera que estamos en una época en la que la tecnología y la comunicación están mucho más unidas que antes, y eso puede dar pie a que una persona sea más influida por lo que se dice antes de forjar su propia opinión. Así, llegas a la sala de cine, o al teatro o a donde gustes, y ya cuando estamos consumiendo el producto, se mezcla tu propia impresión con lo que has leído/escuchado anteriormente.

      Era inevitable el desequilibrio al enfocarse más en unos personajes que en otros, pero tampoco es tan garrafal error. Y sobre el Diablo, pues sí. La mitad de la audiencia reía con sus diálogos, y fueron justamente eso: para empatizar con nosotros.

      La música estuvo genial. Son rolas bien escogidas y que tanto Ayer como el departamento de edición y post-producción supieron colocar, dotanto de personalidades únicas las escenas que las llevas.

      Sobre Leto, pues sí la hace de loco, pero como dije, me quedo con lo que hizo Ledger.
      Y sobre el final, a lo mejor y como lo mencionas, queda y cuadra con el universo que DC propone en el cine, pero no es homogéneo con lo que el desarrollo proponía. Sobresalta.
      Pero cada quien :)

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